Esta frase que encabeza la entrada podría ser el espíritu y el objetivo de este blog que comienza hoy su andadura.
Aun recuerdo el día que empecé a mirar carritos para mi hija. Lo primero que pensé es que mejor me compraba una moto, ¡que caros!. Después leí muchos foros, consulte cientos de páginas, comparé y comparé modelos. Cuanto más sabía, más dudas, ¿tres o cuatro ruedas?, ¿altas o bajas?, ¿hinchables o rígidas?, ¿conjunto de dos o de tres elementos?, ¿vale la pena ese precio? y un largo etcétera de interrogantes.
Ahora les ha llegado el turno a varios amigos y me piden consejo, pero el problema es que han pasado cuatro años y tengo que actualizarme. Pues bien, que mejor forma que ir ordenando toda la información que encuentre que plasmándola en un blog. De esta manera, me resultará más fácil sacar conclusiones y además puedo ayudar a todos aquellos que estén en la misma situación.
Por otra parte, espero que los lectores que os acerquéis al blog vayáis dejando también vuestro granito de arena y así entre todos podamos encontrar el carrito de bebe perfecto. Bueno, perfecto para cada uno, ya que no todos tendremos las mismas preferencias ni las mismas necesidades. Y posiblemente, mi elección no sea la mejor para todos los lectores, pero al menos, intentaré aportar toda la información necesaria para que cada uno pueda acertar de acuerdo con lo que necesita.
¡COMENCEMOS!