Cada vez es más habitual que en las combinaciones de muchos modelos de cochecitos de bebé encontremos capazos rígidos de los llamados homologados. Estos capazos pueden resultar a primera vista muy atractivos ya que en lugar de tres elementos (sillita, capazo y grupo 0) tenemos solo dos elementos que cumplen la misma función, con lo que suelen resultar más baratos.
Sin embargo, estos capazos tienen un importante inconveniente, SON MENOS SEGUROS que un grupo 0 tradicional.
Pero, ¿que quiere decir que un capazo está «homologado»?, pues bien, simplemente indica que el capazo cumple con unos requisitos mínimos que fijan los organismos competentes, concretamente debe cumplir la norma de seguridad europea ECE R44/04. Lo primero que hay que comprobar, por tanto, es que el capazo o silla de coche cumple esta norma, para ello, debe disponer de una etiqueta naranja como la de la imagen.
- Una prueba de choque frontal a 50 km/h.
- Una prueba de alcance trasero a 30 km/h.
- Diversas pruebas sobre la hebilla de cierre del asiento, para comprobar que puede abrirse con facilidad después de un accidente pero que, al mismo tiempo, no resulta demasiado fácil de abrir por un niño (para evitar en la medida de lo posible que el propio niño se desabroche).
- Un análisis del diseño del asiento, para garantizar que no haya bordes cortantes, o piezas rígidas sin protección.
- Un estudio del cinturón o arnés del asiento, para comprobar que puede ajustarse con seguridad a la complexión de niños de diferentes estaturas y pesos.
- Otros requisitos como el comportamiento al fuego de los materiales, la resistencia a la corrosión de las partes metálicas, la toxicidad de diversos componentes…
Esta pruebas, como veis, no son nada del otro mundo, con ellas solo se asegura que el bebé no sale despedido del capazo pero no aseguran que el bebé está convenientemente inmovilizado. Además, la norma no incluye ninguna prueba de impacto lateral.
Muchos capazos homologados solo sujetan al bebé por la cintura, y al viajar tumbado, en caso de accidente frontal, la cabeza del bebé choca contra las paredes del capazo. Por otra parte, el cinturón ejerce presión sobre el tórax, y el cuello puede no soportar el movimiento brusco e incontrolado de la cabeza. En los siguientes vídeos se aprecia como se comporta el cuerpo del bebé al producirse un choque:
Aunque no es obligatorio, la DGT aconseja que los niños viajen en sentido contrario a la marcha, si es posible, hasta los cuatro años. Esta claro que con los capazos homologados no cumplimos esta recomendación.
Una vez comprobado que desde el punto de vista de la seguridad el capazo homologado no es adecuado solo queda a favor la creencia, en la cual yo me incluía, de que el bebé va más cómodo estirado que en el grupo 0. Pues bien, esto tampoco está tan claro, ya que los capazos homologados, por lo general, no cumplen bien la función de un capazo tradicional, que básicamente es parecerse lo máximo posible a una minicuna. Si bien es cierto que el bebé va mejor estirado, los capazos homologados no son ni lo cómodos, ni lo transpirables, que pueden ser los capazos normales. Por lo general sus dimensiones interiores son menores, ya que el revestimiento de poliestireno y el acolchado le quitan mucho espacio; además, los tejidos han de ser ignífugos con lo que no serán transpirables. En definitiva, que se quedará pronto pequeño y será cálido en verano y frío en invierno; vamos que no cumple como capazo.
Por todo lo dicho podemos, a modo de resumen, sacar las siguientes conclusiones:
- Para pasear al bebé en sus primeros meses lo mejor es utilizar un capazo tradicional que será más amplio, confortable y transpirable que uno homologado.
- Para desplazarnos en coche, lo mejor un grupo 0, en el que el bebé va semisentado, y colocado de espaldas a la marcha (la posición más segura). De esta manera, en caso de choque, la parte posterior del capazo protege la cabeza y el cuello y absorbe el impacto, evitando que el arnés haga presión sobre el tórax. Además, podemos dejarlo fijo en el coche y de esta manera nos aseguramos que siempre está colocado correctamente.
- El capazo homologado solo lo utilizaremos bajo prescripción médica, o en el caso de niños con necesidades especiales como bebés prematuros o con problemas respiratorios, a quienes el grupo 0, debido a la posición semisentado podría ocasionar una parada respiratoria con consecuencias fatales para el niño.
Si quieres más información sobre seguridad en los sistemas de retención infantil te recomiendo la web www.acontramarcha.com.
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